El bruxismo es un trastorno dental que afecta a muchas personas y que consiste principalmente rechinar los dientes sin una razón aparente. Se considera que 7 de cada 10 personas tienen este hábito inconsciente donde los dientes inferiores se apretan contra los superiores (bruxismo céntrico) y/o se mueven de adelante hacia atrás haciendo que rechinen (bruxismo excéntrico).

El bruxismo suele ocurrir sobre todo durante el sueño, por lo que normalmente la persona no se da cuenta que lo padece hasta que otra se lo comenta o porque el odontólogo encuentra señales de ello durante una revisión. Sin embargo, esta afección genera algunos síntomas a los que puedes estar atento para detectar si padeces bruxismo:

• Dolor en la zona facial (mandíbula, oído, cuello y cabeza), ya que quienes padecen bruxismo, suelen apretar la mandíbula con una presión que puede llegar a superar el 40% de lo habitual. En ocasiones también puede presentarse dolor de columna vertebral, principalmente de la región cervical.

• Tensión mandibular generada por el hecho de estar apretando los dientes durante gran parte del día de forma inconsciente. Esto provoca una alteración de los músculos de la mandíbula y provoca mucho dolor.

• El bruxismo provoca también desgaste de las superficies masticatorias así como cierto tipo de lesiones en el cuello de los dientes, o incluso fracturas que pueden llegar hasta la raíz y provocar la necesidad de extraer la pieza dental.

• Problemas en la articulación temporomandibular (ATM) que suceden cuando esta no trabaja correctamente. La ATM es la responsable del movimiento entre la mandíbula inferior y el maxilar superior. Los síntomas de su alteración pueden ser fuertes dolores, artralgias, tensión con dolor en la musculatura masticatoria, rigidez y limitación de movimiento.

• Alteraciones en el interior de la cavidad oral, tales como señales de mordisqueo en la cara interna de las mejillas o en la lengua. También pueden aparecer recesiones gingivales, dado que las encías reciben una fuerza excesiva y esto hace que se agrave la pérdida del soporte de los dientes.

• Rotura de obturaciones (empastes) o rehabilitaciones de porcelana, o incluso, en casos severos, la fractura de implantes de titanio.

Otros síntomas del bruxismo tienen que ver con alteraciones del sueño, estrés crónico, vértigos y mareos, ansiedad e incluso la aparición de cierto tipo de crecimiento localizado, de tipo benigno, que puede llegar a ser incómodo para los movimientos de deglución o fonación.

Las personas que padecen bruxismo pueden presentar uno solo de estos síntomas o todos al mismo tiempo. Al ser un trastorno multifactorial, no existe un tratamiento específico, sino que es imprescindible realizar un enfoque interdisciplinar del trastorno, sobre todo de un equipo de odontólogos, fisioterapeutas y otros profesionales de la salud como los psicólogos.

Aún así, el tratamiento sintomático para el bruxismo son las férulas de descarga que se utilizan principalmente durante el sueño. Las férulas permiten proteger las estructuras dentarias y la disminución del dolor mandibular en un gran porcentaje de pacientes. Sin embargo, para que sea eficaz es fundamental que esté indicada por un odontólogo y que esté confeccionada por profesionales, ya que una férula de descarga mal utilizada puede ocasionar alteraciones más graves.

En cuanto a la fisioterapia, las técnicas utilizadas incluyen ejercicios terapéuticos craneocervicofaciales, terapia manual y bioconductual, electroterapia, educación del dolos, punción seca, acupuntura, conciencia postural y relajación consciente de la musculatura.

Si crees que padeces bruxismo y necesitas asesoramiento sobre su tratamiento, no dudes en acudir a nuestra clínica dental. En Melguizo Dental hay un equipo interdisciplinario de odontólogos que seguramente podrán recomendarte el mejor tratamiento para tu caso particular. Agenda una visita con nosotros a través de nuestros teléfonos de contacto o acércate a Calle Tinte 13, en Alcalá de Henares.